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A la gente le encantan las historias de éxito, sobre todo las que son del tipo «de los harapos a la riqueza»… o aquellas en las que el desvalido supera obstáculos insuperables para conseguir la victoria. Las películas suelen dramatizar las historias de éxito y romantizar el viaje para conmover al público.

No es de extrañar que millones de personas piensen que el éxito es fácil y que sólo requiere un mínimo de trabajo duro… preferiblemente el suficiente para que quepa en 90 minutos, como en las películas. La realidad, sin embargo, es mucho más brutal y salvaje.

«El precio del éxito debe pagarse en su totalidad, por adelantado». – Brian Tracy

Alcanzar el éxito puede llevar años de trabajo, y a menudo lo hace. Sin embargo, puedes encontrarte ante la posibilidad de perderlo todo de la noche a la mañana, si no tienes cuidado.

Para tener éxito, una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo es aceptar lo difícil que va a ser. Una vez que lo entiendas, dejarás de gritar «¡Ay de mí!» y en su lugar apretarás los dientes y seguirás adelante.

Así son las cosas. Siempre ha sido así.

Como dijo una vez el entrenador de Michael Jordan, Tim Grover: «Todo es más fácil cuando dejas de esperar que sea fácil».

Quizá quieras escribir esa cita y pegarla en tu pared. Una vez que aceptes el hecho de que el viaje va a ser una lucha cuesta arriba, estarás más dispuesto a pagar el precio.

Ese es el único camino hacia tu destino. Puede parecer que otros tienen una vida más fácil para llegar a donde quieren ir… pero eso es sólo una ilusión. Cada uno tiene su propio viaje y la mayoría está plagado de peligros y luchas. No estás solo.

Esto es lo que puedes esperar en el largo camino al éxito

Largas horas

Si dejas tu trabajo diario y empiezas tu propio negocio, espera pasar de trabajar 8 horas al día a 16 horas al día. La mayoría de los emprendedores descubren que trabajan más horas para ellos mismos que si trabajaran para otra persona.

Sin embargo, lo hacen de buen grado porque es su pasión. Sin embargo, las largas horas te pasarán factura y desviarán tu equilibrio entre vida y trabajo. Prepárate también para ello.

Fracaso

El fracaso es inevitable. Lo vemos a todas horas y, por muchas veces que te encuentres con él, nunca le coges el gusto a este trago amargo. Sin embargo, el fracaso forma parte de tu éxito.

Cuanto más fracases, más aprenderás… y cuanto más aprendas, mejores serán tus intentos y tendrás éxito más rápidamente. A veces, es necesario dar 2 pasos atrás para dar 3 pasos adelante.

Riesgo financiero

Cualquier empresa es una apuesta en el mejor de los casos. No importa lo mucho que investigues, o lo bien que conozcas a tu público, etc. siempre hay riesgo. Los estudios de cine y las compañías discográficas aún no pueden predecir qué películas, canciones o artistas serán un éxito.

Lo único que pueden hacer es intentar ver cómo reacciona el mercado. Si es favorable, tienen un éxito de taquilla o un single que encabeza las listas. Si fracasa, es una pérdida financiera en los libros.

La única forma de ganar es jugar el juego y estar preparado en caso de que se produzca una pérdida. No arriesgue todo lo que tiene.

La soledad

Hay una cita que dice: «Se está solo en la cima. Por eso un Bugatti tiene 2 asientos, pero un autobús tiene 50».

Esto es muy cierto. A medida que te centras en tus objetivos y sigues avanzando, tus amigos y familiares tendrán que subir de nivel para estar a tu altura, o se quedarán atrás. En la mayoría de los casos, notarás que pierdes amigos por el camino.

Te dirán que «ya no eres la misma persona». Y puede que no lo seas, porque tu objetivo te transformará durante el viaje. Eso no es necesariamente algo malo.

Para conseguir más en la vida, tienes que ser más. Para ser más musculoso, tienes que pasar más tiempo en el gimnasio. No porque seas vanidoso, sino porque eso es lo que te exige el objetivo.

Para llegar a ser económicamente libre, tendrás que dedicar menos tiempo a tu vida social y más a trabajar en tu negocio. No porque seas antisocial o te creas mejor que los demás, sino porque eso es lo que el objetivo quiere de ti.

Puede que los demás no entiendan los sacrificios que tienes que hacer… y te echarán la culpa a ti. Tú, sin embargo, tendrás que seguir adelante en este camino solitario, porque la recompensa hará que todo merezca la pena.

Duda e inseguridad

Es habitual dudar de ti mismo, y lo harás una y otra vez. Como el éxito tarda en llegar, seguirás dudando de ti mismo. Puede que pienses que no va a funcionar. Te preguntarás si los detractores tenían razón. Puede que te preguntes si todo esto merece la pena.

La duda y la inseguridad son normales cuando persigues tus objetivos. No dejes que te desanimen. Sigue adelante.

Problemas de sueño

El insomnio y otros trastornos del sueño pueden surgir cuando tu mente está preocupada por tus objetivos y tu trabajo. Mantenga una buena higiene del sueño y no descuide el ejercicio.

Procura dormir siempre entre 6 y 8 horas cada noche y evita quemar las velas por los dos extremos todo el tiempo. Puede que sea más brillante, pero te quemarás más rápido.

Rechazo repetido

Oirás la palabra «no» muchas veces. El rechazo es normal. Cualquiera que quiera progresar debe acostumbrarse a ser rechazado.

La mayoría de los actores son rechazados para los papeles. Los productos que creas pueden ser rechazados por el mercado. Tus nuevos objetivos pueden hacer que tus amigos y tu familia te rechacen.

Una vez más, éste es el precio del éxito. Oír la palabra «¡No!» una y otra vez pero seguir perseverando es la marca de la mayoría de las personas de éxito.

A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que el éxito es, en efecto, un viaje tortuoso. La mayoría de la gente nunca está preparada para lo difícil que será… pero ahora ya lo sabes. Si estás dispuesto a soportar todo esto y más, verás el éxito en cualquier esfuerzo que te propongas.

«Nadie tiene la esquina del éxito. Es él quien paga el precio». – Orison Swett Marden